Correspondidas

Por Gustavo Corredor Ortiz ®2006... ... Martica y Gisela se encuentran en un foro sobre inquietudes eróticas femeninas...

viernes, 28 de diciembre de 2007

Martica y Gisela

Esto no es un relato de ficción. Es la transcripción exacta, sin correcciones ni cambios, de la correspondencia por Internet entre dos personas que hicieron contacto al participar en un foro sobre inquietudes femeninas, promovido por una página especializada en esos temas. Sin más explicaciones, empecemos por el primero que, en contestación a una opinión dada de forma general, envió una a la otra de manera individual.

DE: “Chantal 111” Agosto 27
Sí, está bien escuchar a alguien hablar de este tema del erotismo sin vulgaridades y de una forma tan suave. De dónde eres?
Si quieres q hablemos, nos conozcamos un poco, charlemos....
Escríbeme Hasta luego.


RE: “Vicarivera” Agosto 28
Hola, Chantal, un beso. Soy Victoria, 28 años. Colombiana y vivo en Bogotá. Creo que estamos muy lejos, ¿cierto? Me fascina el relato erótico y sé por qué, y es que mi primera experiencia sexual tuvo mucho que ver con eso. Te voy a contar resumiendo por cuestión de tiempo. Yo tenía 14 años y empezaba a besarme y juguetear un poco con mi primer noviecito. Una tarde en que me visitaba en mi casa y estábamos solos en la sala, él se entusiasmó con los besitos y trató de meter la mano entre mis piernas, pero yo me asusté y lo rechacé bastante molesta. El pobre por supuesto se fue muy apenado y preocupado pensando que se había sobrepasado y por eso no iba a querer volver a verlo. Más tarde estaba sola en mi cuarto tratando de estudiar, cuando entró Cecilia; una mujer de 22 años, bonita y agradable, que trabajaba en mi casa como empleada doméstica. Me dijo que se había dado cuenta de lo que me había pasado con mi novio, porque a ella siempre le gustaba esconderse y mirarnos cuando nos besábamos. Nos pusimos a conversar y ella me fue convenciendo de que el comportamiento del muchacho era completamente normal, y que eso me iba a pasar con todos los hombres con los que me relacionara. Como vio que yo no estaba muy de acuerdo, fue hasta su cuarto y me trajo un librito de esos de bolsillo; una novelita corta muy vieja, más o menos pornográfica, sobre una pareja a la que le gustaba hacer el amor en los sitios más raros que podían encontrar. Me dijo “léela y después hablamos”. Empecé a leerla con un poco de pereza porque en esa época no me sentía atraída por ninguna lectura de más de cuatro líneas, pero, más de una hora después me di cuenta de que había terminado la novelita de un solo tiro. Esa misma noche, cuando ya todos en la casa dormíamos, entró muy silenciosa y furtiva Cecilia a mi cuarto, moviéndome un brazo muy suavemente me despertó, me hizo señas de que guardara silencio, acercó la boca a mi oído y me preguntó, ¿leíste? Yo asentí con la cabeza y entonces me dijo “acuéstate de espaldas, cierra los ojos, imagínate que tú eres la mujer de la novela, que tu novio es el hombre y, recuerda muy despacio, tratando de verlo y sentirlo en tu mente, todo lo que él le hacía escondido debajo del escritorio mientras ella hablaba por teléfono en la oficina donde había otras personas. Mientras tanto no te vayas a asustar y déjame hacerte todo lo que yo quiera; te va a fascinar y vas a aprender muchas cosas”. Ya te imaginarás la escena del libro. En fin, le obedecí. Ella se metió bajo las cobijas, y, con su lengua sabia, con su saliva profusa, empezando desde mis rodillas y subiendo en melosos y resbalosos círculos por el interior de mis muslos, llegó a hacerme entender que tenía unos gruesos labios anhelantes que se inflamaban con el estímulo, unos labios menores jugosos capaces de emitir la más cálida viscosidad, una flor entre mis glúteos que reaccionaba contrayéndose tímida ante sus expertos toques, y un clítoris explosivo que, en el momento de mi primer orgasmo completo, me hizo ver que él era el que mandaba en todo el cosmos de mis energías físicas y mentales. Total, entre Cecilia y la novelita me enseñaron que tenía sexo. Hoy vivo con mi hombre y llevo una vida normal llena de satisfacción gracias a eso. Por hoy se me acabó el tiempo, Chantal. Sólo te cuento que soy muy aficionada a la lectura y, si te comunicas conmigo, te voy a recomendar el libro que estoy leyendo porque me parece la pieza erótica, no porno, más cruda y excitante de cuantas he leído. Te mando otro beso amistoso… o, si lo quieres húmedo e interminable, para que te lo pongas donde quieras, también. Chao.

RE: “Chantal 111” Agosto 29
Se nota por como escribes que sí que lees bastante, escribes muy bien.
Sí, estamos muy lejos, yo soy española, andaluza, acabo de cumplir tb 28 hace nada.
Cuál es ese libro que me recomiendas? Yo suelo leer tb, ahora llevo entre manos 2 libros, uno lo leo en casa y otro en algunos descansos q tengo en el trabajo. Sólo he leido 1 erótico y fue un regalo de un chico al q yo le gustaba, me lo regaló para, como dijo él -que leyera algo diferente a lo q leo- y era verdad, fue diferente y me gustó, incluso llegas a aprender de algunos relatos.
Bueno, pues cuéntame lo q quieras, es un gusto leerte. Besos.
RE: “Vicarivera” Agosto 30
(Aquí el autor presenta disculpas por la aparentemente desvergonzada referencia a uno de sus libros, pero aclara que no lo hace con abusivas intenciones publicitarias, sino para respetar la veracidad de los mensajes manteniéndolos tal como se dieron en la realidad)
Beso y abrazo de saludo por tu reciente cumpleaños, que disfrutes muchos más. Gracias por estimularme con tu comentario sobre mi escritura. Dices que sueles leer “tb”, discúlpame pero no entiendo qué es eso, espero que me lo expliques. En cuanto al libro que estoy leyendo, se trata de una novela titulada “Proyecto Eva”, y el autor se llama Gustavo Corredor Ortiz. No sé si en España se consiga en las librerías, cuando me lo recomendaron lo busqué en las de aquí pero no lo encontré, entonces entré a Google, escribí en el buscador “Proyecto Eva Corredor”, y ahí me salió toda la información. Si quieres haz lo mismo para que sepas de qué se trata, pero de todos modos te voy a contar algo de eso. Es una novela de drama y suspenso sobre la historia de una ninfómana. Hasta antes de empezar a leerla yo creía que la ninfomanía era algo así como un gusto exagerado por el sexo, es decir, lo que podría disfrutar una prostituta que se ha dedicado a eso para gozárselo, pero resulta que no es así. Es una enfermedad tan grave y agobiante, que puede llevar a la mujer hasta la locura y la muerte. Aunque este libro es sumamente dramático y crudo, lo que me gustó es que describe con pelos, señales, fluidos y todo lo que quieras, los actos sexuales que ella se ve obligada a realizar, pero sin dejar que el lenguaje que usa se salga del decoro. Y lo que me encantó es que, aunque encuentras actos muy intensos con hombres o mujeres, unos violentos y hasta sangrientos, otros con varias personas al tiempo, y otros tiernos y lindos, todos están rodeados del entorno romántico que marca el amor más grande que he leído, y que es el que entrega la protagonista junto con su alma a los seres que ama con más intensidad que a su propia vida. Te podría hablar del libro durante horas porque me ha impresionado mucho, tanto que tengo que confesarte que mi nombre en este mail no es el real, sino que es una cuenta que abrí con el nombre de la protagonista del libro, para dedicarme por éste a promover charlas sobre el tema sexo. Así que no te hablo más del libro, lo mejor es que te informes sobre él y después me cuentes si te interesó. Sería ideal que lo leyeras para tener con quién comentar pasajes y sentimientos, pero si por cualquier razón no lo llegas a leer, no importa. Creo que entre tú y yo hay más para hablar, y sería lindo que lo siguiéramos haciendo. Sin querer meterme en tus intimidades, te digo que me gustaría saber algo de ti, cómo piensas, cómo sientes, cosas que hayas hecho, en fin. Creo que el hecho de que sea casi imposible que alguna vez lleguemos a conocernos, nos da una muy bonita libertad para hablar como nos dé la gana. Fíjate que yo te fui contando muy alegremente sobre mi primera experiencia sexual, y eso no lo he hecho casi con nadie. De todos modos eso no quiere decir que tú me tengas que hablar de tus secretos. Si nos seguimos comunicando te doy el mail que uso con mi nombre de verdad. Esta vez te mando un beso suave, húmedo y extenso, directamente en la boca. Quiero saber si me lo recibes, porque del pasado que te mandé para que escogieras dónde ponértelo no me dijiste nada. Si me los recibes y me cuentas más o menos cómo eres físicamente, me puedo imaginar muchas cosas contigo, y esmerarme escribiendo para contártelas. Beso beso. Chau.

RE: “Chantal 111” Agosto 31
Te vuelvo a decir, porque realmente lo pienso, que me encanta como escribes.
Hola de nuevo.
Sobre lo que me preguntas de, qué significa eso de "tb"? tb = a una abreviatura que utilizamos al escribir la palabra "también" al igual que, por ejemplo, sabrás que "q" es igual a "que", pues cosas de estas.
Sobre ¿dónde me pondría aquel primer beso que me mandaste? pues creía q era una cuestión q no esperaba respuesta, pero si me pides te la dé, "en la cara”, sería como esos primeros besos q se les da a una persona q acabas de conocer y luego, si surge algo más, ya se reciben y se piden en otros lugares.
Qué quieres q te cuente de mi? no sé, pregúntame tú y yo te respondo.
Cómo soy? Pues: morena con pelo largo y escalado, dicen q tengo bonitos ojos marrones algo verdosos, 1´62 m de altura, unos 56 kg de peso, dicen q soy linda y fina, la verdad q no me quejo, ¿y tú, cómo eres?.
Ah!! muchas gracias por la felicitación por mi recién cumpleaños y, gracias "tb" por la recomendación del libro.
Una cosita, ¿te atrae muuuuchoooo el tema del sexo? pero ya veo q no eres nada brusca al hablar de él, eres muy fina al escribir estas cosas, haces bonito lo q otras personas harían basto e incluso feo. Te puedo preguntar ¿qué has estudiado o a qué te dedicas?.
OK, cuando te apetezca me das tu verdadero correo y nick, éste tampoco es mi nombre verdadero, es un nick q inventé en un momento tb.
Un beso y..... hasta otro e-mail.

RE: “Vicarivera” Septiembre 1
Mi Chantal (o como te llames, yo soy Marta Núñez, me dicen Martica), me gusta como te ves y me fascina que te sientas fina y linda. Yo también (el tb no me sale, me encantan las palabras completas) te voy a ver así cuando te escribo y me imagino que converso contigo.
¿Que si me atrae el tema del sexo? Pues sí, como dices tú: ¡Muuuuuuuuuuuuuchooo! Pero como tema de comunicación y de estudio del cual espero escribir alguna vez algo en serio, no creas que mi gusto me ha convertido en alguna loca con eso, o que me ando regalando con facilidad. En realidad mi experiencia en práctica sexual, aunque empecé muy joven no es mucha (a los 14 con Cecilia, ¿te acuerdas?), sólo he tenido relaciones con dos hombres y tres mujeres (incluyendo a Cecilia, mi querida maestra). Lo lindo del sexo entre mujeres es que es mucho más íntimo, más estimulante, relajante y personal. También me gustan los hombres, de hecho tengo un compañero al que amo y con el que vivo tranquila y paso momentos muy intensos, pero la verdadera paz sexual compartida la he encontrado sólo con mis amigas, porque es con las únicas que puedo ser realmente auténtica y desinhibida. Mientras que con los hombres el sexo es un proceso rápido y orgásmico, con las mujeres es una comunión de sensaciones lentas, melosas, divinas, que pueden durar hoooooras de excitante disfrute. De todos modos aunque me encanta recibir, y, sobre todo, dar placer, lo que más me gusta es estar conmigo misma y nunca pasan dos semanas sin que busque ese espacio para mí y me consienta y gratifique sola y libre.
¿Que cómo soy? Me encanta podértelo contar porque, aunque sé que no soy especialmente bella, me gusta mucho cómo soy y no me cambio por nadie. Soy bajita, apenas 1 metro 53. Mi pelo es castaño oscuro, abundante, liso, lo llevo un poco corto y no me lo peino sino con los dedos. Mi piel es muy blanca, tanto, que cuando voy en traje de baño me miran como a un animalito raro porque reflejo la luz como si fuera una estatua de mármol, lo cual no me importa; me enorgullece mi piel porque, aunque no esté a la moda bronceada, es suave, sedosa, acogedora y muy sensible al toque gentil; a la caricia. Mi cara es bonita, tengo las cejas muy pobladas y bien delineadas, los ojos café verdoso (qué rico, se deben parecer a los tuyos), las pestañas largas, gruesas y crespas (el otro día una amiga me hizo reír, porque me dijo que debía tener cuidado de que alguna pestaña no se me fuera a caer entre la sopa porque me podría ahogar). La naricita es respingada, los labios un poco gruesos y bien rosados, la dentadura blanca y bonita con los dientes de adelante un poco volados hacia afuera (el odontólogo me ha propuesto que me los arregle por ortodoncia, pero me he negado; simplemente no me da la gana porque me gustan así). La forma de mi cara es oval, algo plana abajo porque mi mentón es sólido; parece un poco rudo. Mi cuello es de un largo agradable bien proporcionado a mis hombros no muy amplios pero altivos. Mis brazos también son bien torneados, y mis manos muy pequeñas pero delgadas y finas, y dicen que las muevo con gracia y son muy expresivas. Mis senitos son pequeños, pero bien formaditos (yo los llamo “mis teticas de ángel”), y mis pezones rosados me encantan, son largos y gruesos y la areola es amplia, parece como si fueran demasiado grandes para el resto de mí, pero me han dado muchas satisfacciones, porque cuando se excitan se ponen de un agresivo divino y brindan mucho placer. Mi cintura es delgada y mi vientre plano con el ombligo como un huequito. Mi monte de Venus es suave y está muy cubierto con una espesa y extensa maraña de bellos negros, fuertes, y más lisos que crespos. Yo sé que está de moda afeitarse totalmente o dejarse alguna parte muy pequeña, pero yo no quiero, me encanta ser natural, nunca aceptaría cirugías estéticas ni nada que cambie mi forma, y he comprobado que a las personas que han disfrutado de mí les gusta así. Mi vagina me fascina, es protuberante, grande (por afuera, por dentro es algo estrecha tal vez porque no ha sido penetrada por algo muy grande), siempre parece que estuviera un poco inflamada, y cuando se excita y se inflama de verdad se ve majestuosa. Los grandes labios son gordos, y aunque velludos son suaves al tacto. Los labios menores son rosados, también gorditos y sobresalen “airosos”, cuando se mojan parece que son deliciosos porque produzco bastante fluido viscoso y calido, por lo que se ponen muy suaves y resbalosos. Mi clítoris, lo adoro (ya en el primer mail te dije que él es el que manda), el capuchón y él mismo son también un poco grandes para mí. Mi trasero es bello, estilizado y firme. Mis caderas son anchas y cortas, “generosas”, mis muslos son fuertes, “arrogantes”, las piernas bajo las rodillas son gorditas pero bonitas, y los pies pequeños (no sé cómo serán las medidas en España pero en las de aquí son 35, que es más o menos lo normal en una niña de 11 o 12).
Bueno, ya me desnudé el cuerpo para ti, el alma creo que ya me la había desnudado desde que empecé a escribirte y la vas conociendo a través de estos mensajes.
Creo que el próximo mensaje te lo envío por mi mail real. Éste estoy pensando en cancelarlo porque se me está llenando de mucha basura de personas a quienes propuse conversación con el ánimo de medir mi capacidad de comunicación escrita, y por mi forma clara de hablar se equivocaron y me malinterpretaron. También lógicamente eso fue culpa mía porque me anduve metiendo en algunas páginas mediocres distintas a “enfemenino”. Lo que yo quería era un ejercicio de escritura sobre el tema del que me gustaría llegar a escribir una novela, pero me están llegando cantidad de fotos cochinas, mensajes vulgares y publicidad detestable. Sólo voy a seguir conversaciones contigo, y con otra “amiga virtual” que tiene muchas inquietudes acerca del relato erótico, quiere escribir algunos cuentos y me ha pedido que le ayude con algunas correcciones porque está un poco floja en ortografía y gramática, cosa que haré con todo el cariño. Contigo no sé por qué me siento bien y me abrí mucho desde el principio, debió ser alguna clase de energía magnética invisible que había en esos momentos en el cosmos y te hizo atractiva para mí.
Por hoy se me acabó el tiempo, después te hablo algo de mi trabajo y demás cosas que quieras saber. Me dijiste que a veces sacas tiempo en el trabajo para leer, ¿en qué trabajas? Cuéntame si buscaste algo sobre el libro, y, bueno, de todo lo que te nazca hablarme.
Está bien, te doy mi beso húmedo y largo en la cara morena, mientras miro tus “bonitos ojos marrones algo verdosos”. No te asustes si te dejo la carita toda mojada, y no te limpies la saliva, deja que se seque sola porque dicen que eso es bueno para la piel. Mua.

RE: “Chantal 111” Septiembre 5
Hola, ¿qué tal después de este fin de semana? Yo lo he pasado muy a gusto con mi chico en un pueblecito costero de aquí de Andalucía, muy tranquilitos en la playa disfrutando del agua y de nosotros mismos, así como dando agradables paseos nocturnos por todo el pueblo, ya tenía ganas yo de relajarme de esta forma.
Me alegro de que "esa energía del cosmos" me hiciera atractiva para tí y así poder seguir teniendo el placer de leerte. Si algún día escribieras algo, como dices, no dudes que intentaría buscar tu libro para poder leerlo.
Dices que vas a ayudar a otra chica haciéndole ciertas correcciones, ¿escribes tan bien por todo lo que lees, o porque tu trabajo está relacionado de alguna forma con ello? me gustaría saberlo, si tú quieres, claro.
En cuanto a sí busqué algo sobre el libro? , sí, estuve viéndolo por Internet, pero no he buscado aún en tiendas, ya veré.
Decirte que yo no he tenido ninguna relación con chicas, aunque no me importaría probar, todas las que lo habeis hecho decis que fue una experiencia buena, agradable....
Bueno, pues me despido, por ahora, con UN BESO.

RE: “Marticanunez” Septiembre 6
Qué lindo ese BESO en mayúsculas, me gustó, ñom, y el “por ahora” me deja una estimulante sensación de deliciosa expectativa.
Qué bueno que hayas pasado con tu chico ese fin de semana tranquilo, relajado y reconstituyente; tengo la impresión de que eres una mujer que se merece esas cosas buenas, pacíficas y sencillas, que son las que en realidad reconfortan y alimentan el espíritu. Si llegamos a conocernos mejor vas a entender la enorme importancia que le doy a la paz interior.
Te cuento que el mío fue absolutamente divino, porque me pasó algo que me tiene feliz y me ha abierto un campo promisorio en lo que tiene que ver con mis aspiraciones literarias. Resulta que en el ejemplar del libro del que te he hablado está el mail del autor, y, por supuesto, ya te imaginarás, al terminar de leerlo lo primero que hice fue enviar un correo de felicitación y con la intención de establecer comunicación con él. Ese primero me lo respondió con un cálido mensaje de agradecimiento, pero un poco genérico, porque me imagino que lo tiene redactado de acuerdo a la fórmula que debe usar para todos los similares. Entonces le envié otro algo más íntimo, sin exageraciones ni tanta apertura como la que tú me conoces, pero suficientemente explicativo, en el que le dejé ver algo de aptitudes y mis deseos de escribir sobre ese tema que domina tanto, haciéndole énfasis en mi interés por comprender cómo llega a la maravillosa estructuración que logra en sus personajes muy fuertes y bien definidos. Ahí como que vio que yo estaba hablando en serio, y me contestó muy generoso ofreciéndome su colaboración. Total, en los pasados días nos hemos cruzado varios mensajes, hasta que el sábado ya me dio su ubicación y el número del celular (creo que allá en España le dicen el “móvil”, ¿cierto?). Desde luego yo ya sabía que era colombiano pero no tenía ni idea de dónde vivía, creía que se había ido para México, España, Argentina o Miami, como hacen todos los artistas colombianos exitosos porque en Colombia es muy difícil salir adelante, y me llevé una bella sorpresa al enterarme de que vive con su esposa en un apacible pueblito a dos horas y media de aquí. Si no hubiera sido por un compromiso que teníamos mi compañero y yo con unos amigos, habría salido corriendo para allá, pero me tuve que contentar sólo con llamarle por teléfono. La gran noticia para mí es que parece que esta semana o la siguiente viene a Bogotá, y quedó de avisarme cuándo para citarnos y conversar con un café. Eso me tiene feliz porque sé que una charla con él me va a enseñar mucho, pienso exprimirle todos los conocimientos que pueda en el corto tiempo del que voy a disponer. Después te contaré, en cuanto al libro, en España no lo podrás conseguir sino a través de Internet.
Mis estudios sólo fueron los del bachillerato en el colegio, algunos talleres de técnica cinematográfica, y uno pequeño sobre escritura creativa. Trabajo independiente con empresas que producen comerciales para televisión y videos institucionales, como asistente de dirección en el área de maquillajes, vestuarios, arte, en fin. La inclinación y cualquier talento que tenga para la escritura vienen del haber leído unas trescientas novelas, la mayoría de autores norteamericanos de ficción en suspenso, drama, acción, y algunos clásicos, pero, sobre todo, porque me fascina escribir; siento que ahí radica mi esencia comunicadora. Lo del erotismo debe obedecer a un ciclo de interés por presión hormonal o algo así, de lo cual quiero escribir más con el ánimo de practicarme un exorcismo de eso, y liberar la mente para poder pasearla por mil temas más. Ahora espero que me cuentes sobre tu trabajo y demás (como dices, “me gustaría saberlo, si tú quieres, claro”)
Pero bueno, creo que llegó la hora de que te abras un poquito conmigo, querida. Por tus mensajes al foro sé que tienes buenas ideas sobre relato, e inquietudes eróticas como las del sexo por webcam y esas cosas. Así que cuéntame algo de tus sentimientos con eso, no te lo pido para evaluar tu escritura ni nada parecido, sino simplemente para tener una idea más íntima de la persona con la que me estoy comunicando, comprenderte mejor, y, ¿por qué no? extraer algún aporte e incluirlo en mi escritura, te repito, no como “pieza literaria” tuya, sino como parte de un espíritu muy femenino, asimilado con cariño y descrito con respeto por mí.
El beso que te voy a mandar hoy no es ideado por mí, es uno que aparece en el libro y describe parte del tratamiento que Victoria como fisioterapeuta le da a su paciente, y te lo quiero dedicar pensando que soy yo quien te lo está dando a ti, y te EXIJO que me respondas si lo recibiste como mío, o sencillamente si te gustó como descripción literaria. ¿Juega? Ahí va:
—¿Tú me estás amando?
—No. Yo amo a David. A ti, te quiero mucho —le da un suave beso en los labios.
Daniella la mira como una niña sorprendida.
—¿Ese besito te sorprendió, o te molestó?
—No, no me molestó para nada. Me sorprendió un poco, porque nunca había pensado que una mujer me fuera a dar un beso en la boca —sonríe Daniella—, y menos... que me fuera a sentir bien por eso.
Se quedan mirándose a los ojos. Daniella levanta la mano, retira el pelo del rostro de Victoria, y le acaricia la mejilla. Victoria la vuelve a besar con la misma suavidad, pero se demora más. Acaricia los labios de ella con los suyos. Se miran. Victoria sonríe con dulzura, y Daniella con cierta picardía.
—¿Te sientes bien de que hagamos esto? —Victoria tierna.
—Sí. Me siento muy bien.
—Lo más importante que puede sentir una persona con otra, es paz. ¿Te sientes en paz conmigo?
—Sí. Me siento en paz. ¿Y tú?
—Sí. Tú me das paz. Con sólo verte de lejos, siento paz.
—Me alegro mucho. A mí me pasa lo mismo. Cuando tú estás cerca, me siento mejor. Me siento más segura.
—Ahora —Victoria acariciándole los labios le habla en un susurro—, te voy a besar, y te vas a olvidar del mundo. Te vas a concentrar solamente en lo que sientas en tu boca, en tus labios, en tu lengua. Cierra los ojos.
Daniella obedece. Victoria posa sus labios sobre los de ella entreabriéndolos lentamente. Recoge toda la saliva y, muy despacio, con movimientos circulares de la lengua, la va depositando a lo largo de sus labios y los de Daniella. Luego va penetrando hasta que encuentra los dientes. Empieza a recorrerlos de lado a lado; los separa. Encuentra la lengua y la acaricia. Empieza a respirar por la boca, mientras sigue acariciando y llenando la de ella con su aliento cálido. Daniella comienza a participar tímidamente. Las lenguas se acarician. Juegan. Se estudian. No se acarician con las manos. Sencillamente se abrazan. Ambas respiran por la boca. Ambas recogen saliva y se la regalan. Se la untan. En las mejillas. En los mentones. Los rostros resbalan uno contra el otro. Las lenguas entran hasta donde pueden. Recorren las paredes interiores. Las dentaduras. Las encías. Quieren llegar hasta las gargantas. Así, jugando, conociendo, humedeciendo, se besan por largos y placenteros minutos. Se van calmando. El jugueteo de las lenguas se va mezclando con suaves besos. Vuelven a respirar por la nariz. Las bocas, quietas, permanecen unidas por un rato durante el que ambas se adormecen por la misma paz. Abren los ojos. Se miran. Las bocas se separan. Se acarician los rostros con las manos. Ríen contentas.
—Nunca me imaginé que un beso pudiera ser algo tan lindo. Nunca me habían dado uno ni siquiera parecido.
—Éste no fue lindo porque te lo hayan dado. Es porque tú también lo diste. Porque ha sido compartido.
Mhhh (suspiro) chao, preciosa, contéstame.

RE: “Gisseli 321” Septiembre 7
Hola, Martica, como ves también te escribo desde mi correo real, y mi nombre es Gisela.
En uno de los e-mails que te mandé y que no te llegó, te decía que, en el momento en el que sacaras tu libro, supieras que aquí tienes a tu "primera lectora" española, que espero lo hagas, para yo poder disfrutarlo.
En cuanto a tu trabajo, no tengo claro cuál es, o qué es lo que haces, quizás sea porque no lo conozco. Lo mio es la atención de la salud, soy enfermera profesional, aunque por "cosas de la vida", no ejerzo como tal, en estos momentos trabajo como secretaria recepcionista en una clínica privada, no me puedo quejar, es un trabajo cómodo, que, lo que es ahora, me da una cierta seguridad. También es un trabajo en el que se conoce y se aprende de mucha gente, y eso me gusta. Pero no dejo olvidado aquello para lo que estudié.
Dices que quieres que me abra ahora yo un poquito a ti. A mi me gusta intentar escribir bien, aunque sé que no lo llegaría a hacer como tú, aún me faltan por leer para llegar a hacerlo unas 270 novelas más, es tremenda la cantidad que dices que lees. ¿En qué sentido quieres que me abra a tí? quizás si me dieras ideas, hicieras preguntas..., me podría extender un poco más en mis respuestas.
Una cosita, sí que me atraen los relatos eróticos y, sí que me atrae la idea de estar con una mujer, pero lo de la webcam y cosas por el estilo, no, te soy sincera, no me atrae tener, por ejemplo, sexo de esta forma, ni cosas parecidas, nunca dije esto en ningún foro y no es que participe tampoco yo mucho.
Al decir que te gustaría que te contara algo más mío para saber sobre mí y, por qué no, poder ser un aporte para tu "pieza literaria", me ha recordado a ese único libro erótico que me leí, de una mujer (no me acuerdo del nombre de la escritora, aunque sí del nombre del libro "Placeres"), creo que psicóloga, que recogió diversas experiencias sexuales femeninas de conocidas y, si no recuerdo mal, que de desconocidas también, las recopiló y relató en este libro, con el consentimiento de todas, pero sí, dándoles a éstas otros nombres. Pues eso, que me pidieras eso me ha recordado ésto, no me importaría contarte lo que quisieras saber para poder ayudarte en tus relatos.
Espero conozcas al autor del libro y me cuentes tu experiencia, seguro que disfrutarás mucho de tu charla con él.
¿Qué quieres que te diga sobre el beso que me describes? Que es una fantasía bonita la de pensar que tienes a una fisioterapeuta atractiva, que conoce en cierta forma tu cuerpo y que estás acostubrada a que toque de una manera concreta, con masajes...., buscando el curarte de alguna dolencia, pero que un día, ella, se decide a tocar de otra forma, para provocar así otras reacciones y sensaciones en tí. Está bien esta imagen, es sensual y excitante.
Como descripción literaria está bien, sinceramente a mí me sobraría un poco el usar muy a menudo la palabra "saliva", no sé, pero es así. Me gusta la parte donde dice "Este no fue lindo porque te lo hayan dado. Es porque tú también lo diste". Es cierto, no porque te den un beso de este tipo quiere decir que te tenga que gustar o llegue a ser lindo, pero ya, cuando tú realmente participas en él con gusto, sinceridad y satisfacción, es cuando realmente llega a ser bonito.
(Me lo imaginé tuyo)
Hasta el próximo e-mail.
Besos.

RE: “Marticanunez” Septiembre 7
¿Sabías que eres divina, mi Gisela? Ese detalle lindo de no haber vuelto a escribirme con “tb”, o “q” y esas cosas, lo recibo como una forma de querer hacer más agradable tu trato conmigo, y te lo aprecio de verdad. En agradecimiento, con todo el cariño te paso la lengua por la punta de la nariz. Perdóname que te unte tan seguido de saliva porque veo que en el beso que te mandé (y sentí para ti), te pareció un poco excesivo su uso, pero es que me encanta, debe ser la exacerbación de alguna parte de mi instinto animal, o infantil, no sé, de todos modos es un impulso exclusivo de mis mejores sentimientos. Entre otras, la primera vez que te mojé toda la cara no sé si te la limpiaste o la dejaste secar, de todos modos cuéntame, porque si no te gusta no lo vuelvo a hacer (o si lo hago no te lo digo, porque, para mí, esa es una parte muy bonita de las cosas que me inspiras y, aunque me toque en secreto, las voy a seguir haciendo).
En cuanto a la descripción que hace el autor del beso que le robé para ti, es comprensible que no lo asimiles del todo porque así, suelto, como lo leíste, pues simplemente se halla por fuera de todo un contexto de antecedentes entre esos dos personajes, con los cuales entre ellos se ha formado todo un universo de motivos y sentimientos que van mucho más allá del simple tratamiento fisioterapéutico. Tendrías que conocer toda la historia para poderlo apreciar. Cuando me vea con el autor le voy a preguntar si me permite enviarte una copia del libro por Internet, como un regalo para una persona que está entrando en mi corazón. Sé que podría hacerlo sin consultárselo, pero quiero guardar el respeto por sus derechos, en la misma forma como después lo espero para los derechos que como autora yo misma pueda llegar a tener. De todos modos el que hayas recibido el beso como mío, me emociona. Pensar, imaginar, vivir y disfrutar el que esas dos bocas sean la tuya y la mía, me hace sentir cosas muy bellas.
Sí recibí el mail que dices, preciosa. Acuérdate que me alegré con el apacible fin de semana que pasaste con tu chico, lo cuál me contaste en él.
Sobre mi trabajo te aclaro que, cuando se va a grabar un comercial para televisión, o un video institucional para alguna empresa, algunos directores me contratan para que les asista en la consecución de maquilladoras, vestuaristas, encargados de utilería y demás. Yo contacto a esas personas, arreglo sus honorarios, plan de trabajo, me ocupo de conseguir los suministros para su alimentación y otras necesidades, y de coordinar su desempeño para que trabajen en perfecto engranaje con el resto del equipo de producción (luces, sonido, cámaras y esas cosas).
Gracias por anunciarme que serás lectora de mi libro. En agradecimiento te introduzco la lengua por entre los párpados del lado derecho, y te acaricio con ella el globo ocular con ese iris divino marrón con visos verdosos (parece fastidioso pero no lo es, ensáyalo con tu chico y verás, te vas a encontrar con que es la cosa más suave que habrás tocado con tu lengua, y que si es en tu ojo también vas a sentir mucha suavidad). Claro que mi libro es un proyecto que puede tardar mucho tiempo, no basta con tener la intención ni las aptitudes. El lograr conformar una historia interesante, coherente, de estructura sólida con personajes entendibles y que se hagan conocer y sentir, es algo que requiere mucho tiempo y trabajo. De todos modos creo que tengo la suficiente ingenuidad para intentarlo, y la suficiente terquedad para alcanzarlo. Acompáñame a esperar que lo logre.
Qué lindo que seas enfermera, así no ejerzas como tal, el hecho de haber tenido la iniciativa de serlo muestra un hermoso valor humano. De cualquier forma espero que estés disfrutando de ser recepcionista, me parece un trabajo muy interesante e instructivo. Si es que allá en la clínica lo usan, cuéntame cómo es tu uniforme, para saber encima de qué color debo situar tu pelo largo y tu piel morena. Te debes ver muuuuuy bien.
No sé si me equivoqué con lo del foro (si fue así discúlpame), pero me pareció ver tu mail en algo del tema del sexo por webcam (de pronto fue otra “Chantal”), que a mí tampoco me llama la atención, y nunca lo he hecho ni lo haría. De todos modos al principio me pareció entender que te hacías llamar “sedientadeamor”, y habías participado enviando unos relatos eróticos. Si no fue así, no importa, de todos modos no he vuelto a participar ni interesarme en ningún foro, porque entendí que no son más que una simple pesca de conceptos impersonales y vacíos que no conducen a nada. Creo que la relación, si se puede llamar así, que hemos desarrollado tú y yo a partir del primer correo en el que me decías que sería interesante conversar, ya se salió de ese terreno y ahora se mueve en el de personas pensantes que sencillamente se conectaron y les nace comunicarse. Ya deseché las charlas con cualquier otra persona, y la de la niña que me pidió ayuda con las correcciones sé que va a ser muy corta, porque la verdad es que en las muestras que me envió no encuentro la calidad mínima que podría exigir cualquier trabajo literario. En este momento me estoy matando la cabeza para encontrar unas palabras suficientemente diplomáticas para hacérselo entender sin lastimarla. Contigo, he abierto un archivo en el que estoy pegando cada uno de nuestros mensajes, y el que va llegando, en lugar de contestarlo directamente, lo llevo allí para escribirlo a conciencia antes de mandártelo (si alguna vez me demoro en contestarte, será porque mis ocupaciones me habrán impedido encontrar el tiempo para hacerlo bien). Será muy interesante ver hasta dónde llegamos, no sólo en la parte de la inexplicable atracción femenina que me has generado, sino también en el trato como personas. Quién sabe, de pronto si seguimos bien adelante, resultemos construyendo entre las dos un par de personajes de cuyo carácter se pueda llegar a escribir en serio. A veces me sorprendo cuando me doy cuenta de que estoy pensando en ti, y espero tu correo como si fuera la llamada de una amiga muy querida. Raro, ¿cierto? Y te voy a confesar algo. Me he interesado tanto en ti como persona y como posible personaje, que, para tratar de saber algo de tu entorno y tu carácter, he estado averiguando cosas de Andalucía. Por ejemplo, me encantaría saber si naciste y vives en lo que se denomina la Andalucía oriental, ya sabes, Jaén, Granada, Almería, Málaga, o en la occidental, es decir, Huelva, Sevilla, Cádiz, Córdoba… en fin. Ojalá, claro, si te parece, podrías hablarme de eso. Sería lindo saber en qué aguas es que disfrutas un fin de semana con tu chico. Tampoco sabía que no sólo te puedo decir “andaluza bella”, sino también “mi andalusí divina”, tan bello ése. Cómo te parece que, con todo lo que he leído en la vida, de escritores andaluces (ufff, qué maestros), no he leído apenas sino algo muy escaso de Séneca, Machado, J. R. Jiménez, Lorca, Bécqer… NO MÁS, y ni siquiera me acuerdo con propiedad de lo que leí de ellos. QUÉ FALLA. Pero pensar que hay Lucano, de Sevilla, Ibn Hazm, Averroes, de Córdoba, Maimónides, ben Yehuda Ibn Gabirol, de Mena, de Nebrija, de Granada, de Cetina, de Mal Lara, Herrera, de Góngora, Alemán, Espinel, Cadalso, Lista, Blanco White, Saavedra, Martínez de la Rosa, Ganivet, Villaespesa, Rueda, Moreno Villa, Aleixandre, Alberti, Cernuda, de Ory, García López, Caballero Bonald, M Vivaldi, Reyes, González Amaya, Cansinos Assens, Ayala, Grosso, Andujar, Muñoz Molina….. uuuuffff….. Escribí sólo los apellidos no por falta de respeto sino para abreviar…….. Qué cuna la que tienes, mujer. Qué acervo cultural. Mis respetos para tus genes y tu tierra. Ni modo de decirte que voy a tratar de conocer sobre eso, porque para medio entenderlo creo que se necesitaría toda una vida de estudio. Además, en este momento, todo lo que tiene que ver con mi interés en las letras está concentrado en ti y en nuestro proyecto de novela; las nuestras son las únicas palabras que en este momento me interesa vivir.
De las cosas que espero que me cuentes, pues son muchas, quiero conocerte a fondo, pero sólo por medio de las palabras libres que únicamente se pueden dar por esta red, porque cualquier conocimiento físico, o aunque sea el conocimiento de la imagen real, empezaría a afectar su autenticidad. Pero empecemos, a ver, cuéntame cómo fue tu primera experiencia sexual.
Te abrazo con cariño, mi Gisela. Chau.

RE: “Gisseli 321” Septiembre 8
Pues sí, te has dado cuenta, escribo así, con todas las letras, sólo para tí, normalmente ya estamos acostumbrados a escribir con abreviaturas como con el móvil (sí, en España lo llamamos así), pero sé que de esta forma te gusta más y lo seguiré haciendo así, si en algún momento se me pasara algo ("q", "tb"..) espero me lo perdones. También te “confieso” que ya miré en un mapa dónde queda Bogotá, para saber dónde estás, ves, y voy a seguir averiguando para saber más de allá, y preguntarte muchas cosas. Después te voy a contar cosas de mi tierra, por ahora te cuento que vivo en Sevilla.
Nunca me llegué a imaginar que eso "de la lengua en el ojo" lo pudiera hacer alguien, yo te adelanto que no creo que yo probara a hacerlo, me da algo de repelús ¿no?, que te toquen o tocar el ojo con la lengua..... Ves, en la punta de la nariz sí, y ¿sabes por donde me gusta que me besen? por toda la zona de la frente, cejas, ojos (pero cerrados), parece que no, pero gusta.
Sinceramente, no entiendo muy bien lo que me dices de -...porque si no te gusta, no lo vuelvo a hacer (o si lo hago no te lo digo, porque, para mi, esa es una parte muy bonita de las cosas que me inspiras y, aunque me toque en secreto, las voy a seguir haciendo)..- .
No es mala idea la de pasarme el libro si el autor te dejara, respeto y entiendo que quieras hacerlo de esa forma y, gracias por querer hacérmelo llegar.
Ya me queda más claro en qué consiste tu trabajo y qué ¿te gusta lo que haces? ¿Te atrae el mundillo de la televisión y eso?.
Sobre lo del color de mi uniforme. Llevamos pantalón verde selva, algo ajustado, aunque no de forma exagerada, para así marcar más nuestras siluetas, aunque no seamos "chicas 10", camisa blanca, con pañuelo verde, en invierno llevamos encima de la camisa un chalequito, que nos hace quedar graciosas y monas y, encima de ello, si hace mucho frío, nos colocamos una chaqueta entalladita, también en verde selva. No te imagines mi pelo largo y suelto encima de este color, ya que nos obligan a llevar coleta, o sea, el pelo recogido, la gente me dice que estoy mejor así, con el pelo recogido, pero bueno, cuestión de gustos....
En cuanto a mi piel morena, sí, ahora estoy morenita, pero en invierno se me va el color, no es que me quede blanca como la nieve, pero sí que pierdo el moreno. Tampoco es que me guste a mi ponerme súper morena como esas chicas que se tumban al sol estando ya morenas, morenas, pero siguen ahí queriéndose poner aún más, no. A mi me gusta tener un tonito suave, nada más.
No, nunca participé en foros como "sedientadeamor", lo siento, no soy esa persona que escribió esos relatos.
En cuanto a la niña que dices, sé que darás con la forma más diplomática de decirle eso que piensas, lo que no te falta a tí es el saber cómo decir las cosas o, qué expresiones utilizar, ya me contarás.
Entonces ¿estás guardando estos e-mails? Y, ¿con qué objetivo?....
Si yo me demoro alguna vez en contestar, también será por algún motivo importante y, mientras pueda, te lo avisaré con antelación, como ahora, que te adelanto que hasta, más o menos, el miércoles, no me tendrás por aquí, tengo unos cuantos de días de descanso, pero a la vuelta, ya te escribo.
Me alegra saber que, alguien en la distancia, piensa en mi y espera mis e-mails con algo de inquietud y cariño. Yo leo los tuyos con interés y gusto.
¿Crees que el simple hecho de conocernos, aunque sea en imagen, puede afectar de alguna forma a, qué en concreto, la autenticidad de qué? Si yo te dijera ahora que, me gustaría que me mandaras alguna foto entonces...., me dirías que no, ¿no? porque eso ya influiría en ?????????....., sólo quiero que me comentes esto un poco más y más claro.
Como ves, estoy intentando responder a todo lo que me pides, o hacer algún comentario de aquello que creo deba hacerlo.
Sobre, mi primera experiencia sexual, lo que se llamaría "experiencia sexual". Pues, sinceramente, no la recuerdo con mucho gusto. Fue un día, en un chalet. Nos fuimos varios amigos y amigas a pasar el día en la piscina y de fiesta, con vistas a quedarnos todos a dormir, éramos varias parejitas, tendríamos en torno a los 18 años. Estuvimos jugando todo el día juntos, riéndonos y provocando, como no en estas situaciones, alguna que otra conversación sobre el sexo, ya se sabe que, a esta edad, se nos revolucionan las hormonas e intentamos revolucionárnoslas aún más.
Llegó la noche y ya habíamos decidido en qué habitación dormia cada pareja, claro está, teniendo ya en nuestras cabezas todos y todas, SEGURO, que algo de sexo habría. Una vez en la habitación con mi chico, ya sabes, entre palabras, besos, a esa edad algo aún inocentes, tanto para él como para mi, comenzamos a tocarnos bajo la ropa, era la primera vez que yo tocaba tan diréctamente el cuerpo desnudo de un chico. Comenzamos a excitarnos, a quitarnos poco a poco ropa, los "tocamientos" se volvían cada vez menos inocentes, teníamos interés en descubrir más y más, tanto con las manos, labios, lengua....el cuerpo del otro. Él comenzó a tocar mi sexo, mi clítoris..., se notaba su inexperiencia, aunque yo tampoco es que fuera muy experta a la hora de tocar su sexo, pero se sabe que ese "terreno" es más fácil que el nuestro. Cuando ya llevábamos rato así, yo ya empecé a cansarme, aburrirme, a él lo notaba más excitado, yo no me llegaba a excitar lo suficiente, así que.....yo desistí y, la verdad, no puse más interés en seguir al no encontrar el disfrute suficiente.
Te puedo decir que, aquel chico con el q tuve mi primera experiencia, aunque tras los años han habido otros, es el chico con el q estoy hoy día y el que mejor y más me sabe complacer, de cualquier forma, cualquier postura y con cualquier parte de su cuerpo, le tengo especial "afecto" a su lengua, la ha aprendido a "utilizar" de maravilla, claro, que yo le he ayudado.
Pues otro día te cuento otra de mis primeras experiencias o cualquier otra cosa que me preguntes y vea que sí que no me importa contarte.
Me despido por hoy, con otro BESO.

RE: “Marticanunez” Septiembre 10
Muuuuuuaaa, ñom. Lamento profundamente que lo de la lengua en el ojo te de “repelús” (gracias por la graciosa palabra, no la conocía, ya la miré en el diccionario y funciona perfectamente para lo que quisiste decir), pero lo vas a tener que soportar y acostumbrarte porque lo voy a seguir haciendo. A eso me refería cuando me dijiste que en el fragmento que te envié te sobraba un poco el uso de la saliva, y por eso te explicaba que si no te gustaba no te lo decía pero iba a seguir untándote la mía por todas partes, aunque, por si no te gustara, no te lo dijera. Hoy te saludo besándote “por toda la zona de la frente, cejas, ojos”, pero el izquierdo te lo abro para tocártelo con la lengua (déjamelo hacer y quédate tranquila porque no va a suceder muy seguido).
Para lo del libro habrá que esperar a ver si en esta semana se puede dar la charla con el autor.
Lo del trabajo con televisión me gusta mucho porque es muy variado y creativo. Es muy interesante participar y ver cómo una serie de bocetos dibujados a mano y unos libretos donde sólo hay intenciones escritas, se van convirtiendo en imágenes reales muy expresivas y atractivas; la magia del video.
Lo dicho, te ves no sólo graciosa y mona, sino divina, con tu pelo recogido, el uniforme verde selva, la camisa blanca, el pañuelo, el chalequito y la chaqueta entalladita. Para el próximo mail espero que te quites toda esa ropa hasta la cintura, y me cuentes, en detalle, como es tu boca, tu cuello, tus hombros, tus senos, tus pezones, brazos, manos, y todo lo que se te ocurra de la cintura para arriba, ¿bueno? (creo que ya sabes para dónde iré en el próximo mail)
En cuanto a la confusión del foro, no recuerdo entonces de dónde me contestaste un mensaje privado, en el que me decías: “Sí, está bien escuchar a alguien hablar de este tema sin vulgaridades y de una forma tan suave. ¿De dónde eres? Si quieres q hablemos, nos conozcamos un poco, charlemos.... Escríbeme.” ¿Lo recuerdas? Claro que si no, pues no importa, ya te dije que ese comienzo ya no tiene ninguna importancia.
A la niña ya le escribí sugiriéndole con todo el cariño que, antes de pensar en exponer sus escritos, sería conveniente que tomara algún curso sobre escritura y, sobre todo, que cultivara su inclinación leyendo mucho principalmente a los escritores más conocidos y exitosos y un par de clásicos.
De tu primera experiencia, que no pintas muy estimulante, lo único que te puedo decir es que me parece maravillosa, porque concluyo que fue mucho mejor el que haya resultado en la relación sólida y gratificante que se ve han construido entre ambos, en lugar de un excitante revolcón que luego no condujera a nada. Me alegro por ti de que fuera como fue.
Sí, estoy guardando estos e-mails para irlos repasando y analizando su contenido y avance (cuando quieras, de pronto cuando tengamos más material, te envío una copia para que veas que es muy interesante). Ya sabes que mi intención es de realización literaria, y en mis conversaciones contigo me veo, retroalimentada, desarrollando recursos para descripciones físicas, químicas, de anhelos, fantasías, y, por supuesto, lo principal, transmitiendo con letras sentimientos y emociones reales. De verdad estoy sintiendo afecto por ti, y es porque en tus correos, libres, cada vez más desprevenidos y abiertos, también has logrado comunicarme una esencia real y encantadora. Tal vez es por eso que te digo que, al menos por ahora, no quisiera acabar esta fantasía de palabras destruyéndola con imágenes reales. Hasta donde sea posible, y sólo pensando de forma egoísta en mi exclusiva conveniencia, te ruego que la mantengamos así; literaria. Si te suena como si estuviera diciendo ¡TE ESTOY USANDO!, tendrías razón, te estoy usando, Gisela preciosa, pero con intenciones que considero muy valiosas, como la de que llegues a convertirte en uno de los personajes de la novela que estoy empezando a estructurar, y en cuyo tema se podrían incluir hechos como los que tú y yo estamos compartiendo de manera virtual. Lo único que por el momento te puedo decir sobre eso es que si llego a incluirte, lo haré con todo el respeto y cariño que me inspiras, y cambiando los datos para no dar ningún indicio que pueda identificarte; sólo voy a usar el espíritu vital, transparente y sensitivo que me has mostrado, y ansío que me sigas mostrando. ¿Me explico? Además, el principal factor que me ha llevado a la escritura, es el tener una imaginación absolutamente vívida y desbocada, imagínate, sería desconcertante para mí que al conocer en una foto tus ojos, tu boca, toda tu cara, ésta empezara a atravesarse en mi mente cuando hago el amor una o dos veces a la semana con mi compañero, o los sábados en la tarde con mi amiga. A propósito, hoy es sábado pero por circunstancias varias no me voy a poder ver con mi amiga, pero entonces me pienso acostar conmigo misma, me voy a dejar llevar por la fantasía de mi Gisela “morena con pelo largo y escalado, dicen q tengo bonitos ojos marrones algo verdosos, 1´62m de altura, unos 56 kg de peso, dicen q soy linda y fina, la verdad q no me quejo”. Divina. Te voy a quitar ese uniforme lindo y me voy a entregar al regocijo en toda la superficie de tu piel morena tenue. Me quiero enamorar de esa imagen de palabras, ya lo estoy haciendo, porque es la única manera en la que podré llegar a escribir sobre ella con la propiedad que sólo da el hablar de un tema que sale de las entrañas. Por eso es que me da miedo conocerte. Me conozco, conozco mi sensibilidad, y por eso me ha tocado aprender a defenderme de ella para poder conservar la paz interior. No quiero que ese amor por ti, que estoy y, si me lo permites sin que te genere responsabilidad alguna, seguiré alimentando en mi corazón, se convierta en un apego que después me proporcione dolor. En otras palabras, me estoy enamorando de ti para poder traducirte en lectura, me fascina pensarte, me encanta esperar y recibir tu correo, serás el motivo de mi próximo orgasmo, pero no soy capaz de más, no quiero que llegues a hacerme falta física, porque no me gusta ni sé manejar la sensación de vacío en el alma.
Me despido cuando aquí son las 4:30 de la tarde y allá deben ser las 11:30 de la noche, escribiendo sólo con la mano derecha, porque la izquierda está ocupada reemplazando tu imagen que, para mí, es la que está resbalando plácida y lánguida en la cálida viscosidad de mi morbo… me voy… a la cama, te quiero.

RE: “Gisseli 321” Septiembre 13
Uuuffff...... Me he quedado............... casi sin palabras después de leer este último e-mail tuyo. Me explico, y...... seré sincera contigo. Yo, ciertas cosas que tu me dices aquí, tardaría muuucho tiempo en decírselas a una persona, por ejemplo: ".. ese amor por ti....que seguiré alimentando en mi corazón" , "..me estoy enamorando de ti.." , "..serás el motivo de mi próximo orgasmo.." , "..escribiendo sólo con la derecha porque la izquierda está...." y , lo más fuerte para mi es "te quiero", ¿sabes lo que me cuesta decirle eso a mi chico? aquí tienes otro dato de mi personalidad, no sé por qué, pero me cuesta mucho decir ciertas cosas consideradas por mi como "cúrsiles", que no es que no las sienta, pero no soy mujer de decir, ni siquiera al oido, en ninguna situación, cosas como "te quiero" , "..te eché de menos" , "no puedo estar sin ti.." , etc, seguro que a ti se te vienen a la cabeza muchas más expresiones de estas que a mi, tal vez por allá son más propensos a esas palabras melosas. Mi chico me pide a veces que se lo diga "te quiero", pero me cuesta, quizás porque un día me propuse llegar a quererlo, hasta cierto punto, ese punto en el que si, me fallara otra vez como pareja, no hablo de que hubieran "terceras personas", te hablo de mentiras, mentiras que no tenía por qué haberme echado, sólo porque estuviera acostumbrado a hacérselo, en aquellos momentos, a sus padres. Lo dejé por ello, aunque yo le decía que no tenía que hacerlo conmigo por tener la costumbre con sus padres, pero seguía en mi vida, no se quería alejar, me buscaba y pedía otra oportunidad, la cual le dí y que hasta ahora ha sabido aprovechar, prometiéndome que ya no pasaría más. Total, que, como te decía, me propuse un día no quererlo "más de lo conveniente" por si me volvía a fallar no me doliera como me dolió aquella vez. Sé que debería interntar decírselo por el hecho de que las personas necesitamos, no símplemente sentirnos queridos/as, sino también que nos lo digan con palabras, pero.... me cuesta.
Con respecto a enviarme los archivos de nuestros e-mails, sí te pediría una cosa, Marta, ya que la mayor parte de las veces que abro mis correos lo suelo hacer en el trabajo, no me gustaría que se quedara nada de esto en los archivos, ni siquiera en los archivos temporales, por lo que te pediría siguieras escribiéndome de esta forma, pero nunca por medio de envios de archivos que pudiera abrir aquí, ¿ok? espero lo entiendas, cosa que doy por hecho según lo poco que "te conozco".
Me pides me despoje de la parte de arriba de mi uniforme y me describa desnuda.
Mi cara es fina, a la vez que algo redondeada, tengo unas finas, aunque no de forma exagerada, arqueadas y expresivas cejas, digo esto porque dicen que suelo gesticularlas al hablar y que, sobre todo, cuando algo me causa impresión o enfado tiendo a levantar la izquierda (un detalle), mi boca es normal, con una composición de dientes buena, exceptuando un colmillo algo más adentro, que a mi chico le gusta, pero a mi no tanto, claro, por esto de "poder tener todos los dientes bien", pero..., mis ojos ya sabes. Mi cuello es recto y fino, mis hombros firmes y para nada estrechos, mis pechos ,para mi, graciosos y lindos, me gustan más cuando tengo los pezones duros, éstos son rosados normalmente, cuando están duros se oscurecen un poco (una 90 de talla, no sé si será igual ahí), mi barriga plana aunque no dura, dura, no me gusta en una mujer la barriga dura, firme, pero no dura, que sí en los hombres, y mi cintura pequeña, aunque no de "avispa". Mis brazos delgados pero fuertes, con unas finas muñecas, manos y dedos, de estos últimos solía decirme un primo, cuando tocaba la guitarra, que eran finos y que los movia con gracia. Pues ya me he descrito, como me pedías, hasta la cintura.
¿Por qué te escribí, dónde....? .Fue al ver tu respuesta a una chica en un foro donde ella pedía contar "fantasías de chicas" y tu le decías, con bonitas palabras, algo como "...sí, si eres capaz de hacerlo usando un lenguaje no feo, vulgar, agresivo,...." ,era algo así, me gustó aquello, puesto que a mi tampoco me gusta que se use al hablar, ya sea de sexo, un lenguaje vulgar o feo, me gusta más, como tu haces, una descripción erótica, no porno.
Y sí, voy a desistir por ahora de que conozcamos nuestra imagen real, así "no se te vendrá a la cabeza en esos momentos íntimos con tu compañero o tu compañera" que, por cierto, no me habías hablado de ella, ¿podrías hacerlo?.
¿Cómo se ha tomado la niña tu consejo sobre su escritura?.
Pues sí, mi primera experiencia sexual ,como tal, con un chico fue así, no demasiado buena pero, como te dije, aunque han habido otros chicos, que no chicas, el actual "aquel primer chico", es el que más me ha sabido satisfacer, quizás porque, en la cama, necesito tener bastante confianza con la otra persona, si no, no me llena del todo, el no verme con la confianza de poder decir "hazme esto..", "muévete así..", etc, hace que no me suelte y disfrute como yo sé que podría hacerlo.
No me siento "USADA", no, veo esto como un intercambio de palabras, experiencias, emociones....., libres y consentidas que, ya de paso, tu aprovechas para aquello que es tu ilusión, escribir un libro, lo cual me alaga en cierta forma. Por supuesto, si un día lo hicieras, espero, como dices, cambiaras mi nombre por otro, eso sí.
¿Ciértamente tienes fantasías conmigo hasta poder llegar contigo misma al orgasmo? me excita algo el pensarlo...
Pues, en espera de tu siguiente e-mail, te envio un suave y agradable abrazo con un gran y sentido BESO.

RE: “Marticanunez” Septiembre 14
Recibo tu abrazo lindo y tu BESO que saboreo, disfruto, alargo y gozo con la boca y el corazón (entiendo que a tu chico le guste tu colmillo hundidito, se siente rico en la lengua). Gracias por esa descripción que me regalas y hace que pueda vivir tus besos y todo contigo con más intensidad, porque cada día me gustas más. Eres preciosa.
Por supuesto que entiendo tu dificultad para expresar en palabras esos sentimientos íntimos que no significan otra cosa que la entrega de un espacio propio. Nada más cursi que un par de enamorados entregándose sus espacios, pero nada más dulce que cuando se hace sinceramente. Decir “te quiero”, a una persona que estás viendo directamente a los ojos, es una entrega que implica una responsabilidad, un respaldo sentimental a esa palabra que espera ser correspondida en la misma forma. Créeme que a mí también me cuesta un poco de trabajo hacerlo con las personas con las que me he involucrado. Pero es que eso es lo que hace bella una relación como la que podemos tener tú y yo, porque nuestro espacio es absolutamente libre y personal, algo secreto que no tenemos que compartir con nadie más, que nunca será afectado por familiares o amigos o entorno, y que podemos disfrutar sin que de ella salga ninguna responsabilidad. Tú no me debes nada ni yo te debo nada. No me da miedo ni pena ser cursi contigo, porque sé que no sería capaz de serlo con nadie más. Entre tú y yo nada podrá llegar a ser “más de lo conveniente”. A eso me refería al querer conservar nuestro trato sin realidades físicas, que son las que podrían dejar dolores. Si estamos juntas, y continuamos estándolo, será porque nos nace hacerlo y porque nos gusta y lo queremos, pero las dos sabemos que algo así se puede acabar en cualquier momento, y, en lo que a mí concierne, lo único que sé es que si eso sucede —ojalá no—, me va a dejar un buen sabor y sentimiento, porque no habría sido otra cosa que el disfrute de un espacio absolutamente mío, de nadie más, y el único que no va a recibir de mí sino mis mejores sentimientos, porque todos los demás, los físicos y reales, también tienen que cargar con mis defectos y caprichos. Tú eres ese espacio de sólo mis sentimientos buenos, mi Chantal, Gisela, o como sea que te llames y me da lo mismo, porque todos esos nombres se traducen sólo en Mi Amor. Mi amor por tu imagen sólo mía. Mi amor mío, propio, solitario, íntimo y libre, a esa imagen preciosa que me has regalado en letras y la quiero. TE QUIERO, GISELA, MI AMOR, y si seguimos te quiero llegar a AMAR. Eres la única persona a la que le podría decir eso, y agregarle que quiero que me permitas sentirlo, sin exigirte y ni siquiera esperar que tú tengas que sentir lo mismo. Con que lo aceptes y, ojalá, lo disfrutes, es suficiente para mi. ¿Quedó claro? (suspiro) Desde luego sería una dicha sublime el que alguna vez tú también llegaras a sentir un “te quiero” para mí, mi amor, o me tuvieras la confianza para poder decirme: "hazme esto…", "muévete así…" (otro suspiro).
Después de esa descarada pero sentida y sincera declaración, paso a cumplir con la agenda de respuestas:
Claro que respetaré tu condición de los mails sin archivos. Lo que sí tendrías que indicarme es cómo hacerte llegar el archivo del libro o no debo enviártelo, parece que la entrevista con el autor está para el próximo sábado, ya lo sabrás todo.
De tu descripción de la cintura para arriba, ya te imaginarás, cada parte que me has mostrado de ti la he degustado con todos mis sentidos —considérate ahogada en mi saliva—. Ahora, como ya habrás supuesto, para el próximo e-mail espero que me mandes TODOS tus detalles de la cintura para abajo (suspiro entrecortado de excitante ilusión).
La niña no quedó muy contenta con mis conceptos, pero tuvo la valentía para enfrentarlos y la buena educación para agradecerlos; conclusión, no creo que me vuelva a escribir porque se sintió “calificada” con unos valores más bajos que los que ella misma se ha asignado, y eso para cualquiera siempre será difícil de asimilar.
De mi amiga, en realidad mi “amante”, pues, es toda una institución de la que te podría hablar durante horas y sé que poco a poco lo voy a ir haciendo. Por ahora te cuento que fuimos compañeras en el último año del colegio, y llevamos casi doce años de una relación también completamente personal de la que no sabe nadie más que las dos y ahora tú (qué fácil y rico poder ser franca contigo y contarte lo que a nadie más, porque sé que nunca nos ocasionaríamos ningún perjuicio o situación inconveniente). Yo vivo con mi compañero, ella con su esposo y su hijita de cuatro años, pero en todo este tiempo no ha pasado un mes entero en el que no encontremos un momento para estar juntas, disfrutar el juego que empezamos cuando éramos casi unas niñas, y hemos podido seguir porque ante todo el mundo somos: “las mejores amigas de toda la vida”.
De tu extrañeza por mi facilidad en el uso del lenguaje cariñoso, o amoroso, o cursi, he estado pensándolo y me parece que tengo una explicación. Tal vez por aquí no es que seamos más enamoradizos o algo así. Sí usamos más las palabras melosas, pero no lo hacemos con el ánimo de empalagar o mostrar más de lo que se siente. En mi opinión, creo que lo hacemos a causa de un fenómeno sociológico, ¿sabes? Para nadie en el mundo es desconocido que Colombia es considerado como uno de los países más violentos, hace unos años fue tachado como el más violento del mundo y con toda la razón. Aquí vivimos una época en que la guerra con los carteles de la droga afectó y sembró el terror en todas las ciudades, porque en el espacio de escasos cuatro o cinco meses estallaron como ochocientas bombas en nuestras ciudades, dejando un saldo trágico de muchos miles de muertos. Son muy pocas las familias colombianas que pueden decir que no han perdido a un ser querido por culpa de esta guerra entre ejército, narcotraficantes, guerrilleros y paramilitares, que continúa y todos los días deja decenas de muertos en campos y ciudades, y hay miles de secuestrados. Por fortuna últimamente ese problema ha disminuido algo, pero como te digo son pocas las personas que no han perdido o le han secuestrado un ser querido, un amigo, o aunque sea un conocido. Tal vez por eso nos acostumbramos a decir te quiero a las personas que queremos, porque hemos vivido con el miedo de despedirnos de ellas cualquier día en que salen a su trabajo y nunca vuelven, o nunca volvemos. Eso sigue sucediendo, y a quienes les ha pasado lo que más les duele es que a veces desaparece ese ser querido y deja a los otros con el dolor de nunca haberle hecho sentir que le querían. No son simples palabras, mi amor, son sentimientos verídicos expresados abiertamente y a tiempo para quien se los merece o los inspira con sinceridad. Antes no éramos tan “tiernos”, pero en los días más violentos nos volvimos así, parece que nos quedamos con la costumbre, y a mí me gusta. Es rico sentir que se te facilita expresarte.
¿Qué si tengo fantasías contigo? ¡¡¡SIIIIIIIIIIIIIIÍ, MI AMOR!!! Sí las tengo y el sábado tuve dos orgasmos divinos, gloriosos, contigo y tu imagen querida y deseada. A propósito, cuéntame, ¿alguna vez te masturbas, o no? Yo sí, ya te había dicho que no pasa mucho tiempo sin que me deje llevar por mí misma y mi loca imaginación, de la que ahora TÚ eres la cómplice que me ayuda a llegar hasta los confines del cosmos envuelta en el único placer que es sólo mío.
Te lo voy a tratar de explicar de la siguiente manera:
Lo único cierto, lo único real e indiscutible y que estoy viendo, es que en este momento te encuentras ante el monitor del computador. Pues bien, por favor, lee muy despacio, letra a letra, tratando de asimilar… de entender las sensaciones mías, para ver si logro despertar alguna en ti… como ya te conozco desnuda hasta la cintura, voy a imaginar que estás así, sentada frente a la pantalla, en una silla con soportes a los lados para descansar los brazos. Yo también estoy desnuda, pero completamente como ya me conoces, parada detrás de ti mientras lees. Tomo tu pelo con las manos y lo extiendo sobre ellas acariciándolo… me lo paso con suavidad por mi boca, por toda mi cara… recuerda que debes seguir leyendo despacio, mi amor… hago tu pelo a un lado… te doy un tenue besito en la nuca… rodeo tu cuello recto y fino con las manos y te doy un relajante masaje, que voy extendiendo por los trapecios hasta tus hombros amplios y firmes… repito el masaje varias veces, minutos, pero lo voy convirtiendo en caricia… lenta, tierna pero firme… te respiro en la nuca… sin dejar de acariciarte con las manos te beso el cuello, pero con mis labios entreabiertos moviéndose como si te quisiera morder con ellos… saco mi lengua, te acaricio el cuello… atrás de tus orejitas… la nuca… te la chupo… la acaricio con los dientes… bajo mi boca acariciando, lamiendo, mordisqueando, por el centro de tu espalda hasta la mitad de ella… demorándome, disfrutándote, gozándote… mis manos van bajo tus brazos y te rodean situándose en tus senos hermosos… sigo mojándote la espalda con mi lengua mientras los acaricio, los oprimo, los junto, los separo, juego con ellos… son minutos enteros… mi amor… mientras con ansia, con afán, con pasión, sigo humedeciendo tu espalda, tomo con los dedos tus pezones rosados pero un poco oscuros porque están duros, bellos… los estiro… los masajeo… los oprimo con la fuerza para darte un pequeño y agradable dolor, pero que no llegue nunca a lastimarte… sin soltar tus senos, divinos, acerco mi pecho a tu espalda, y, presionándote… abrazándote con fuerza, resbalo por toda ella mis senitos con mis pezones erectos, duros, vivos, tuyos… tu calor, tu piel, tu respiración… tu olor, me tienen muy mojada, empapada… me paro… levanto mi pierna derecha por encima de tu hombro… apoyo el pie en el soporte de la silla… me sostengo con las manos en el espaldar para no pesarte, paso la izquierda por encima del otro hombro, y quedo como cabalgando en tu nuca… hahhh h… el contacto de tu nuca en mi vulva empapada… es delicioso… morboso… siéntela… está caliente… inflamada de placer… de ti… resbalosa… muy resbalosa… la muevo a los lados presionando para que los labios se abran y sientan tu piel entre ellos… mi vulva saturada de viscosidad se refriega en vaivén… en tembloroso vaivén contra tu nuca… tu cuello… arriba… abajo… cinco… diez veces… si sigo me voy a venir, creo que allá dicen “correr”… en este punto tengo que detenerme, mi amor… por lo menos de escribir, y seguir sola… porque… necesito que antes de seguir adelante y contándote lo que te estoy haciendo… necesito que tú me digas, por favor, si te parece bien que lo haga, si te gusta, si sientes algo o lo quisieras sentir… si quieres participar conmigo o no, lo que sea dímelo… si te parece que es demasiado atrevido de mi parte, dímelo… y simplemente no lo volvemos, o vuelvo, a hacer… tú y yo tenemos mil temas más de los que podemos hablar sin meternos en estos “terrenos”… mientras me contestas me voy porque… te estoy sintiendo, ahí… y quiero… quiero

RE: Gisseli 321 Septiembre 14
Uuff.... ahora la que suspira soy yo, he hecho todo lo que me has dicho, me he relajado, te he leido atentamente, letra a letra, queriendo entender, intentando sentir.......... y sí, sí has despertado sensaciones en mi...., no soy de hielo........
¿Que si me masturbo alguna vez? sí, es necesidad del cuerpo y, sí, como tu dices, me gusta también pasar momentos conmigo misma, ahí tienes una "cierta libertad" que no la tienes cuando estás con alguien, tu "te haces lo que quieres..." y "te mueves como quieres..", no se lo tienes que pedir a nadie.
Me dices que te gustaría que te dijera alguna vez "hazme esto.." , "muévete así.." , pues te lo pido, "sigue moviéndote como lo estabas haciendo" y "sigue haciéndolo como lo hacías..." , hasta ahora he estado bien, no te preocupes, no te he sentido "demasiado atrevida" en ningún momento, me gusta, si algún día no me gustara algo, te lo diría al igual que lo hago con mi chico, eso es básico para tener una buena relación.
La explicación que me diste sobre las palabras amorosas me gustó mucho y creo que tiene mucho sentido, debe ser terrible de verdad perder a un ser querido sin haberle hecho saber que se le quería…. Yo me sentiría muy mal por ejemplo si algo te pasara, si desaparecieras……… pero permíteme preguntarte ¿Cómo puedes llegar a "quererme" si, nos conocimos por casualidad, no hace mucho, por un foro, a través de palabras, sin haber ningún contacto físico, sin pasar momentos juntas más allá que los que pasamos leyéndonos o imaginándonos,....? no sé, para mi es más complicado entonces el llegar a "querer" a alguien, yo puedo llegar a decir algún día "me gustas" , "te he tomado cariño" ...., pero "te quiero"?, para eso creo que te necesitaría a mi lado, haberte sentido en materia y no sólo en pensamiento, pasar momentos buenos y malos contigo, necesitarte íntegramente,..... Sí que es verdad que paso un buen rato cuando te leo o cuando te escribo, das un grado más de picardía y libertad a mi imaginación y, sí que es cierto que, por ahora, no me gustaría que dejáramos de hacerlo, no se tendría por qué, pero el "querer" implica más cosas ¿no?, te pregunto.
Hoy ha amanecido ya aquí lloviendo, Andalucía es una de las zonas más secas de España, los pantanos están al mínimo y ya viene bien esta lluvia, da alegría recibirla pero a la vez siento tristeza porque esto quiere decir que el verano se nos va y, yo soy "persona de verano", quiero decir, que me gusta más el verano que el invierno, para mi el verano es una época en la que la gente se nota más viva, se mueve más, divierte más, viaja más,.... Sin embargo, el otoño, invierno, hacen que la gente prácticamente no salga de sus casas, que no se mueva, que no se divierta tan abiertamente, el frío nos para. ¡¡GUSTOS!!
En cuanto a lo de ¿cómo pasarme el libro?, pues sí, es cierto, no hay otra forma, la cuestión es esa y es una pena, ¿sabes? voy a seguir buscándolo, a ver qué pasa.
Por último, por hoy, decirte que tienes, para mi, una de las relaciones que envidio, de forma sana, claro, o sea, vivir con tu chico, pero tener una amante a la que ver y con la que hablar, compartir, disfrutar... aunque sea 1 vez al mes. Yo creo que las chicas somos más profundas y eso es una de las cosas que me atrae de nuestro sexo. Yo defino lo que siento como que, el poder estar, como tú, con una chica en algunos momentos, me llenaría ya del todo, (no me refiero sólo al terreno sexual, no) que igual luego me pasa y me equivoco, pero no creo, porque, aunque esté con mi chico siempre tengo la necesidad de pasar momentos con amigas, esto mismo le pasa a ellas, es, como que necesitamos de nuestras conversaciones y compañía.
Martica, si es que te llamas así, normalmente me despido en mis e-mails con un: "Besos" , "Hasta luego" , "Nos vemos"..etc. Pero contigo me veo como "obligada" a hacerlo de otra forma así que.
Hoy me despido de ti, como esa persona que empezó a hacer el amor con su pareja y, por algo importante, ésta se tuvo que marchar. Me despido de ti con, un beso en la puerta, una suave caricia en la mejilla, y con la sensación de espera de tu regreso.

RE: “Marticanunez” Septiembre 15
(Suspiro)
Qué alivio, mi amor. Qué sensación de paz, de dicha, de placidez. Pensar que recibes bien mis caricias, me las entiendes y me entiendes, las aprecias y tratas de sentirlas positivas y lindas, me emociona y reconcilia conmigo misma. No creas, estaba preocupada, de alguna manera temía que llegaras a pensar “a esta mujer se le está yendo la mano”, o algo así, porque estoy sintiendo cosas muy bellas por ti y quiero cuidar nuestra relación, la quiero cultivar y hacer que crezca sin cometer errores que la puedan entorpecer o deteriorar, y me alegra que estés dispuesta a decirme lo que no te guste, porque ésa es la única manera de enmendar errores y solucionar tropiezos; si se diera el caso yo también te lo diría. Pero ese beso tierno en la puerta, esa suave caricia divina en la mejilla, esa mirada marrón verdoso iluminada con una sonrisa de cariñosa picardía, el pensar que con agrado esperas mi regreso para que te siga acariciando, me llena, me hace feliz. No digo feliz en el sentido “eufórica”, como te sentirías al ganarte una lotería o un concurso, lo digo en la forma en la que entiendo la felicidad, y ésta para mí es simplemente la paz interior. La que no dan sino los mejores sentimientos en los que no tienen nada que ver las posesiones o motivaciones materiales. Es sencillamente el equilibrio del alma, logrado en la comprensión del inevitable balance entre las cosas buenas y malas de la vida.
Así que, como esperas mi regreso y yo anhelo regresar a ti, supongo que tenemos una cita y aquí estoy plena de ilusión para cumplirla. Por favor léeme al quedo ritmo de la paz. Toco a tu puerta, tú abres, yo entro rápida para no mojarme, tú cierras, y nos saludamos sin decir nada, sólo con una penetrante mirada de íntima complicidad, con un abrazo sentido y esperado, y un tierno y amoroso beso en la boca. Tu aliento cálido, tu olor, el ambiente de tu casa impregnado de ti, me calman, me dan la sensación de que estoy donde debo estar. Invítame a pasar al sitio en el que quieras recibirme, ojalá sea donde haya un sofá para que nos sentemos muy juntas, yo a tu derecha, y conversemos. No tienes que ofrecerme nada porque lo único que me apetece tomar son los líquidos que vengan de ti; por ahora, tu saliva (por favor descríbeme el sitio para saber dónde estamos). El sonido de las gotas de lluvia andaluza es arrullante, acogedor. El gris del cielo que se traduce casi en penumbra aquí adentro, y el magnetismo que estás ejerciendo en mí, me impulsan a buscar la tibieza de tu cuerpo; me pego a ti. —Te ves linda, mi amor—. Te paso la lengua por la punta de la nariz, te doy un beso en cada ojito, y otro en la frente. —Definitivamente no tenías que decírmelo, aún en la distancia se ve y se siente que no eres de hielo—. Me doy un besito en la punta de los dedos y te lo paso por las cejas. —te propongo que nos desnudemos juntas hasta la cintura, ¿quieres?—. Tan divina, yo sabía que sí querías. —No había visto tus senos de frente, pero me los imaginaba y tenía razón, son adorables—. Te los acaricio, te doy un besito en el pezón izquierdo, lo consiento con la lengua y lo chupo con suavidad tres veces. Se puso divino, durito y brillante. —¿Que todavía no entiendes cómo te puedo “querer”? ¿Cómo no quererte? Yo no me refiero a poseerte y ser alguien que afecte tu vida, sino a tener en mi corazón un sitio único y especial para alguien a quien quiero ahí adentro. ¿Cómo no querer a alguien capaz de hacerme sentir feliz, alguien capaz de equilibrarme el alma integrándose conmigo en un espacio único de mi mente que yo no sabía que tenía? No lo sabía, mi amor. No sabía que podía sentir ILUSIÓN al esperar un correo de nadie y querer contestarlo lo más rápido que me es posible, porque es de alguien a quien quiero entregar mi yo, y de quien quiero recibir cosas bellas en su próximo correo. ¿Cómo no quererte, si, aunque no conozcamos nuestras imágenes o nombres ni familias ni entornos, eres la única persona que me ha impulsado a mostrar mi forma de ser auténtica? Con todas las personas que me rodean tengo reservas y prevenciones que no me nacen contigo. Quise abrirme a ti desde el principio en busca de un ejercicio literario que habría podido hacer con cualquiera, pero resulté, sin “culpa” tuya ni mía, integrándome a alguien que, NO SÉ POR QUÉ, me llena, me excita, no sólo mi sexo, sino también mi espíritu que inspira hasta arrancarme palabras que no contemplé decirle a nadie que, como tú dices, “necesitaría a mi lado, haberle sentido en materia y no sólo en pensamiento, pasar momentos buenos y malos juntos, necesitarle íntegramente”. No lo sabía, mi amor. No sabía que tenía ese espacio vacío en mi mente, esa necesidad que, NO SÉ POR QUÉ, tú estás satisfaciendo. Te quiero—. Suspiro y te miro a los ojos. Te beso. Largamente, con amor, recorro y saboreo toda tu boca, tu mentón, tus mejillas, tus pómulos, tus cejas, tu nariz, tu frente, tus ojos. Te miro a los ojos y te transmito mi amor. —Qué bueno saber que a veces también te masturbas. Ya sabes que yo lo estoy haciendo contigo, y me fascina, me gratifica hasta la médula del alma. Si no llega a suceder nunca, no importa, no es ninguna condición, pero quiero que sepas que me harías sentir la mujer más bella e importante del universo, si alguna vez me llegas a decir que pasé por tu mente en uno de esos momentos contigo misma, y más, si me haces presentir que fue cierto—. Espera, necesito besar tu pecho, tus senos, tu barriguita. Te acaricio toda. Acerco mis pezones a los tuyos y los dejamos que se toquen, que se acaricien. —¿Cierto que se ven divinos dándose besitos?—. Me arrodillo en el sofá cabalgando en tus piernas, y con mis pezones erectos te acaricio la frente, las cejas, la nariz, las mejillas. Mi pezón derecho acaricia tu boca, se quiere meter en ella, necesito que me cuentes si lo dejaste entrar o quitaste la boquita, ¿bueno? —También qué bueno saber que apruebas y entiendes la relación con mi amiga, hoy no tengo mucho más tiempo, pero después te voy a hablar más de eso.
Gisela divina, mi amor, pues claro que quiero seguir “moviéndome así” y haciéndote todo lo que me nace, continuar haciéndote el amor una y mil veces, pero es que tal vez no me oíste cuando te dije en el pasado mail que te lo quitaras y todavía tienes puesto el pantalón del uniforme, y como es un poco ajustado, pues... Estoy loca por meter mi mano debajo de él y tocarte, acariciarte y sentir ese calor excitante y maravilloso de tu sexo, pero como no sé cómo es, no sé si estás afeitada total o parcial, o tienes todos tus bellos y son pocos o muchos o cortos o largos, ¿me entiendes? No me importa cómo sea pero quiero conocer tus labios, tu interior, tu perineo, la zanja divina entre tus glúteos, quiero saber por dónde voy a pasear mi lengua (que ya sé que te gusta y debes saber que la manejo muuuuy bien). Tu trasero completo hasta el menor detalle, tus muslos, tus rodillas, tus piernas, tus tobillos, pies, dedos, uñas, TODO, MI AMOR. Por favor, desnúdate, quítate todo porque quiero amar hasta el último milímetro de tu piel con cada milímetro de la mía, e írtelo diciendo, ¿bueno? Me quedo con estas ganas de seguir que me están haciendo temblar, te quiero, quiero quiero

RE: “Gisseli 321” Septiembre 15
Te leo y alguna de las cosas que me dices parecen mentira, me explico, que no quiero decir que mientas, sino que son demasiado fuertes o grandes como para llegar a sentirlas por el poco tiempo que llevamos en contacto ¿no? no sé, es que no me explico. Martica, ¿de veras "sientes" tanto y tan fuerte estas palabras? sabes, quizás es que yo las sienta menos porque te siento en la más lejana distancia, creo, que si vivieras más cerca y viera la más mínima posibilidad de que un día nos pudiéramos conocer, sería de otra forma, creo que sí.
Me alaga que digas que formo parte del equilibrio de tu alma pero, ¿cuál es ese espacio de tu mente que tu no sabías que tenías? ¿cuál es ese espacio vacío, esa necesidad que dices que yo estoy satisfaciendo?.
Que pena no poder ser más auténticos en esta sociedad, qué pena no poder hablar tranquilamente de nuestros sentimientos con cualquier persona sin que te tachen de "esto" o "lo otro", que pena ¿verdad? pienso que seríamos más felices todos/as. Yo creía que tu "espacio vacío" lo podía estar "llenando" tu compañera pero, por lo que me dices, no es así ¿no? ¿por qué? tu, por lo menos, puedes aprovechar y decirle y hacerle muchas de las cosas que me escribes a mi, piensa que podría gustarle o, igual es que ya lo haces.
Me alaga también tener ocupado un trocito de corazoncito tuyo, es agradable pensar eso, tu estás empezando a hacerlo en el mío..............
.............................................................. Es que me he quedado pensativa por lo que te estoy diciendo, veo que tu también me haces decir ciertas cosas a mi............................................... ............ ... ..... ... otra vez.
Me preguntas si dejé entrar tu pezoncito en mi boca.... ¿lo dudas? tal cual lo pintas, es tierna la situación y digna de disfrutar.
¿Que me desnude el resto..?, perdona, pero se ve que se me pasó al hablar de otras cosas porque, sí que recuerdo que me lo pediste. Esto nunca lo he hecho con nadie, me he podido describir, sí, pero no de la forma que tu hiciste, ni de la que me pides. A ver qué tal, si te soy sincera, hacer este tipo de cosas me resulta algo más difícil que a ti, seguro.
Pues, ya ves, me despojo de mis pantalones... llevo un tanguita blanco, hace tiempo que dejé de usar braguitas, me acostumbré a los tanguitas y es lo único que uso prácticamente, de todos los colores y formas. Bien, al contrario que a ti, a mi me gusta tenerlo recortadito todo, el vello cortito, es más, en verano muchas veces lo llevo rasuradito, a mi chico le gusta y, a veces, me lo pide rasurar él, es muy grata la sensación de sentir sus manos haciéndolo, me lo quito o, me lo quita TODO, si no, pues sólo me dejo una fina línea de vellitos de poco más de 1 cm de ancho justo en medio, ya sabrás a la forma que me refiero. Estoy yendo a depilación lácer porque, la verdad, es como me gusta y, como consejo, te diría que probaras esa sensación de sentirte rasuradita y sentir las manos, dedos, labios, lengua.. de tu compañero/a, es diferente a cuando tienes vello, para mi, es mejor, se siente MÁS. Al igual que a ti y supongo que, al igual que muchas, mis labios inferiores sobresalen un poco a los exteriores, para los chicos sé que es algo excitante, no sé...
¿Mis piernas? pienso que normales, fuertes, no son enclenques, tobillos finos, al igual que pasa con mis muñecas, los pies..., precísamente tuve un percance no hace mucho, en la celebración de mi cumpleaños y me di un golpe en los dos dedillos siguientes al dedo gordo del pie derecho, se hincharon y amorataron, me hicieron radiografías y el médico me hizo este comentario "Tienes una buena composición de huesos, vamos, casi perfecta", mis dedos ya se curaron, con lo que íbamos, calzo un 37-8 . Mi culito, está bien, este sí me gustaría fuera un poquito más duro, ves, como voy al gimnasio, poco a poco igual lo consigo, a mi chico le encanta y a mi me encanta que le encante, claro.
Pues ya está, si no me he saltado nada, ¿algo más que quieras saber?.
No sé si es que me has leído el pensamiento, pero te iba yo a proponer algo, te iba a dar una situación y te iba a pedir lo incluyeras en un relato de estos tuyos, pero ya has empezado a hacerlo: la lluvia, el sofá, la luz tenue... ¿Sigo? típico pero me gusta: una chimenea, un buen sofá, una gran alfombra, una confortable bañera.............. Ahí te lo dejo.
A veces sí que pienso ¿Cómo será realmente toda ella? ¿Me gustaría entera si la conociera? ¿Qué estará haciendo?.... sí, se me ha llegado a pasar esto por la mente.
Un BESO desde el sofá. Hasta pronto.

OTRO DE: “Gisseli 321” El mismo día, dos horas después del anterior
Hoy tengo un día algo triste, no sé, no me apetece mucho estar en el trabajo, tengo ganas de irme a casa y estar tranquila. Pienso que, por como se te ve que eres, ahora me vendrías bien al lado, esa tranquilidad y cariño que transmites, me vendrían muy bien en estos momentos.
He sentido la necesidad de decírtelo. BESOS.

RE: “Marticanunez” Media hora después
Mi amor, ¿ya no estás ahí? Ojalá alcanzaras a leer esto antes de irte a tu casa. Sentí una opresión en el alma al imaginarte triste, hasta ahora voy a leer tu correo anterior y lo voy a dejar para contestarlo luego porque estoy ocupada, sólo entré para ver si te encontraba y vi tu segundo mensaje, pero si alcanzas a leer esto antes de irte, quiero que sepas que te tengo en la mente y hasta donde seas capaz de asimilarlo, debes saber que estoy contigo, consintiéndote, queriéndote, dándote todo el cariño que si supieras cuánto es, se te disminuiría esa tristeza que te agobia y me agobia. Te tengo aquí, conmigo, mi amor. Siente mi calor, yo voy a compartir tu tristeza. Te beso, mi amor, te quiero.

RE: “Gisseli 321” Respuesta inmediata
Esto me llegó adentro……. gracias

Entre Martica y Gisela acordaron que hasta ahí estaba bien transcribir esta correspondencia literalmente, porque si siguiera podrían herir susceptibilidades al invadirlas con la auténtica e íntima espontaneidad con que manejaron su relación. Lo único que les puedo decir es que estos mensajes, que se dieron en los primeros veinte días de correspondencia, fueron el principio de un vínculo que aún continúa. En otra parte de este libro se van a enterar de cómo se ha desenvuelto el resto y hasta dónde ha llegado.